El gato, tan familiar y misterioso, ha fascinado a los
humanos desde los albores de nuestra historia.
Los fósiles de los primeros gatos salvajes que se conocen
actualmente datan del Cuaternario (Pleistoceno: 1,8 millones de años) y son
considerados los ancestros del gato montés. De aquellos gatos surgieron en
Asia, Europa y África las tres ramas de gatos salvajes que conocemos hoy en
día: gato montés africano, gato montés europeo y gato indio del desierto.
El gato doméstico (Felis silvestris catus = Felis catus) desciende del gato salvaje o montés africano (domesticado por los egipcios 2.500 años antes de Cristo) y del gato indio del desierto de zonas de Irán, Pakistán e India (que tienden a acercarse al ser humano de manera natural).
Es difícil conocer exactamente cómo fue el proceso de
domesticación del gato; se supone que fue en Egipto por los fósiles que se han
encontrado (entre 4.500-2.500 años a.C.). Parece ser que el gato salvaje
tendía a acercarse a los humanos como
comensal (para comer restos de comida) y de ahí se fue instalando para llegar a
ser primero familiar y después animal de compañía.
Aunque
tradicionalmente se relaciona a los egipcios con los gatos, otras
civilizaciones en Pakistán, Libia y Extremo Oriente también se aproximaron a
los gatos y comenzaron a hacer que este elegante animal formase parte del
ambiente doméstico
Una vez domesticado hace miles de años y hasta el siglo
XVIII, el gato se acomodó al lado del hombre.
En el siglo XIX y XX se han “creado” mediante cruces y
selección humana prácticamente la totalidad de las razas de gatos (unas 40) que
en la actualidad conocemos.
Bibliografía y procedencia de imágenes: "Enciclopedia del Gato- Royal Canin", Aniwa SA 2007
"El gran álbum del mundo animal", Panini 2013
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