La osteoartritis es una enfermedad degenerativa crónica que afecta a las articulaciones del perro y del gato. Causa un intenso dolor, al tiempo que disminuye la flexibilidad en las articulaciones afectadas. La combinación de ambos síntomas provoca un círculo vicioso que agrava aún más la enfermedad, ya que el animal evita el movimiento. Puede afectar a cualquier articulación, si bien se da con más frecuencia en la rodilla, el codo y la cadera.
La osteoartritis es una enfermedad que puede manifestarse con distintos niveles de intensidad y dependiendo de la severidad y gravedad de los signos clínicos podemos encontrarnos con osteoartritis leve, moderada o grave.
Mayor riesgo de artrosis en edad avanzada
La osteoartritis es una enfermedad asociada al envejecimiento. Por ello, muchas veces el dueño cae en el error de pensar que el perro no ha de tratarse. Esto sólo provoca que la enfermedad progrese, agravándose y causando más dolor. El tratamiento veterinario es fundamental e imprescindible. A este tipo de tratamiento debemos sumar la eficacia del control dietético y la actividad y el ejercicio rehabilitador.
Existen razas con mayor predisposición a sufrir la enfermedad; y normalmente son las razas de gran tamaño, como Rottweiler, San Bernardo, Mastín,..
El tratamiento farmacológico reduce el dolor y la rigidez articular. Para lograrlo se utilizan los antiinflamatorios no esteroideos específicos de veterinaria. Actuar en las primeras fases de la enfermedad reduce el desarrollo de la misma. También se pueden utilizar condroprotectores que ayudan a ralentizar el deterioro de las articulaciones.
La obesidad es una circunstancia que agrava esta enfermedad. Por ello debemos señalar el ejercicio moderado como una terapia muy beneficiosa en el tratamiento de la osteoartritis y para la salud del perro en general. Las terapias rehabilitadoras a base de ejercicios concretos mejoran la funcionalidad de las articulaciones. El control de la actividad, planteado como una especie de ejercicio o terapia rehabilitadora, ayuda a los animales enfermos a recuperar parte de la masa muscular perdida; mejora los procesos fisiológicos de las articulaciones reduciendo la intensidad de los procesos degenerativos, mejora la flexibilidad y reduce el sobrepeso.