Es conveniente acostumbrar al animal desde cachorro a dejarse abrir la boca y cepillarle los dientes al menos dos o tres veces por semana.
1) Acostumbrar al animal a que se le examine la boca.
2) Colocar pasta de dientes especial para animales en el cepillo (pediátrico o adaptable al dedo).
3) Cepillar los dientes con movimientos rotatorios.
4) Cepillar masajeando las encías.
En los perros mayores puede ser muy difícil conseguir que permitan el cepillado si no están acostumbrados. Por ello se han formulado dentífricos sólidos masticables, que se administran en comprimidos apetitosos (se pueden dar como golosinas) y luchan contra las causas de formación de placa dentaria y sarro.
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